SEX-SHOPS

Esta página del blog que nació para explicar la experiencia en la sala X de Snow Dreams, se ha visto ampliada con una nueva experiencia en la sala similar de la sex-shop Erotic Palace y seguirá ampliándose con otras posibles experiencias de cruising vividas en lugares similares, que valga la pena contar.

Para facilitar el acceso directo a una en concreto, basta con hacer clic sobre el título correspondiente en la siguiente lista.
   
Que tengáis buena lectura.  

18/05/2016 - PASEOS POR UN SOLITARIO EROTIC PALACE, CON FINAL FELIZ

04/05/2016 - UNA MAÑANA DE PRIMERA EXPERIENCIA EN EL SNOW DREAMS



18/05/2016 - MAÑANA DE PASEOS EN EL EROTIC PALACE, CON FINAL FELIZ

Tenía una cita en el cine X de esta sex-shop por lo que a la hora convenida, 10:15, entro en la tienda y me dirijo al fondo, donde se encuentra la entrada al cine.

Allí hay un torniquete y una pequeña máquina adosada a la pared que indica el precio (7 euros, a pesar de que en su página web sigue anunciado a 5 euros) y muestra una imagen de un billete de 10 euros junto a la ranura por la que hay que introducir uno de curso legal. Así lo hago, se traga el billete, pero por la otra máquina situada encima de la primera, en la que se puede leer "Cambio", no aparece nada. Repaso a conciencia con la mano el receptáculo donde suponía que caerían las monedas, sólo para confirmar que no hay nada. Cuando ya iba a dirigirme al dependiente, éste me indica a gritos desde la caja que el cambio me lo facilitaría él, en un tono con el que me da la impresión de que me está tratando de tonto, le digo que no lo sabía (de hecho no está indicado en ninguna parte), me acerco a la caja, él también se acerca, me da los tres euros y nos dirigimos al torniquete, junto al cual él pulsa un botón para darme paso.

A los pocos minutos deduzco que, una vez más, me ha fallado una cita. Se trataba de un chico hetero-curioso al que le doblo la edad que quería venir a aprender a mamar pollas, empezando por la mía. Me informa, a distancia, de que le han planificado una reunión en el último momento, me presenta mil disculpas y me asegura que sigue estando muy interesado, por lo que le daré un voto de confianza para la próxima cita que me pide.

Quizá para asegurar que aprovecharía la mañana debería haberme marchado a una sauna, donde el ligue es casi seguro pero, como no había estado nunca antes en este local, decido quedarme hasta la hora que tenía prevista, a ver qué tal resulta. O quizá es el tópico espíritu catalán el que me impulsa a intentar amortizar el precio de la entrada.

A esa hora de la mañana, recién abierto el local, éste está desierto pero, para mi sorpresa, se oyen voces provenientes de la única cabina cerrada en aquel momento que resultará ser, según podré comprobar al cabo de unas horas, la única dotada de cama y sin glory hole.

Fuera, solamente hay un señor de mi edad, pero ni su polla ni ninguna otra parte aparente de su cuerpo son especialmente atractivas, por lo que mi polla tampoco luce ninguna erección apreciable. Cuando se marcha el señor, me quedo más solo que la una, así que me dedico a familiarizarme con el local. 

Nada más entrar, a la izquierda, se encuentra la sala de proyección, creo recordar que dotada de siete asientos en dos hileras y una cama junto a la pantalla, más adelante hay tres cabinas como poliedros adosados, para estar de pie, comunicadas mediante espaciosos glory-holes, a pares. 

Espejos del pasillo y cabina que comparte glory-hole con otra
En las paredes del pasillo de entrada se encuentran varios espejos verticales (de IKEA) que, en un primer momento, brindan al visitante inadvertido la visión de que alguien se acerca de pronto entre la penumbra y además de frente, lo que la primera vez provoca cierto sobresalto hasta que se comprueba que el inesperado visitante es el reflejo de la figura de uno mismo.
  
También hay dos cabinas con butaca y glory hole estratégicamente situado en la pared común a ambas, así como otras dos estrechas cabinas, que me parecen más interesantes, a cuya butaca se accede subiendo dos peldaños, con un gran glory-hole que las comunica a la altura adecuada y en la que los escalones sugieren posibles experiencias de todo tipo. Pero como estando solo no es posible experimentar ninguna de ellas, para matar el rato me siento en una de esas cabinas y me dedico a aprender el funcionamiento del mando selector de vídeos con el que está dotado cada cabina, muy completo y con una oferta muy extensa. Acabo seleccionando un vídeo cualquiera de la productora Staxus y me dedico unos minutos a comprobar si mejora mi erección viendo el vídeo, con la vana esperanza de que mientras tanto quizá llegue alguien interesante y aproveche que he dejado abierta la puerta de la cabina, pero espero inútilmente.

Al final del pasillo donde se encuentran estas dos cabinas y la salida de emergencia, está el pasillo de los lavabos.

Como mi aburrimiento aumenta, vuelvo a dar otro paseo por el local por si hubiera alguien más que no hubiera llegado hasta donde yo estaba, pero lo único que puedo constatar es que la cabina con cama sigue ocupada, pues se oye claramente la conversación casi doméstica que están manteniendo sus dos ocupantes. Me siento en una de las butacas de la sala de proyección, me sigo aburriendo, vuelvo a dar otra vuelta y la conversación de los ocupantes de la cabina de la cama parece que sugiere que van a salir, de modo que me sitúo en un lugar que me permita ver de quien se trataba, para entretenerme en algo. Aún tardan en salir pero al fin los veo, dentro de lo que permite la penumbra reinante, lo que tampoco me aporta ninguna información especialmente relevante, pues ya había detectado oyéndoles anteriormente que uno de ellos parece natural español y el otro de algún país del este, así que al verlos en persona creo que puedo identificar al español y, por eliminación, al extranjero, aunque, si no le hubiera oído antes, por su aspecto corporal hubiera dicho que era sudamericano, si bien al llevar una gorra bien calada no me ha sido posible verle claramente las facciones.

Finalmente se marchan, lo que me permite ver el sistema de salida, que consiste en apretar un pulsador luminoso situado en la parte interior de la pared derecha de la salida, lo que activa el desbloqueo del torniquete de salida, que es el mismo de entrada.

Al fin, cuando ya deben ser sobre las doce, veo en la sala de proyección a un hombre maduro, sentado en la butaca de la última fila que está junto a la pared, con la camisa desabrochada y masturbándose. Me siento en la misma fila, dejando una butaca libre entre él y yo y observo sin disimulo sus manejos. Yo también me la saco y veo que él también me mira, así que me acerco a su lado y nos agarramos recíprocamente las pollas. No me apetece especialmente su polla pero, como no hay otra, seguimos con la paja mutua, aunque tengo que pedirle varias veces que pare para no correrme. 

Acabo cansándome de algo tan insulso, voy a dar otra vuelta por el local y en una de las dos cabinas adosadas puedo observar, a través del glory-hole, que en la otra cabina hay un ocupante que no he visto llegar, así que entro, cierro la puerta, me saco la polla y la introduzco por el glory-hole. Aunque no es uno de los más grandes, sus generosas dimensiones me permiten meter polla y huevos que son rápidamente acogidos por las cálidas manos del ocupante de la cabina contigua. Pero solamente las manos. Sabe manosear muy bien mis atributos y yo me dejo largo rato, pero parece que solamente sabe eso. Le susurro que me la chupe, pero hace caso omiso, me retiro, muestro mi mano por el glory-hole y al cabo de unos segundos él introduce su polla. Yo también se la toco, pero no me acaba de atraer ni él aparenta mucho interés, pues cuando dejo de tocársela durante unos segundos, la retira de inmediato y muestra su mano para agarrármela de nuevo. Ya nos habíamos bajado pantalones y calzoncillos y yo aprieto mi cuerpo todo lo que puedo contra el glory-hole, él sigue con su manoseo, que alguna vez, aparte de masajear polla y huevos, de vez en cuando se dirige al perineo. Pero en vista de la falta de estímulos bucales, salgo de la cabina y vuelvo a pasear.

Pero esta vez por muy poco rato. Al dar los primeros pasos por el pasillo oigo a alguien hablando por su teléfono móvil con un interlocutor a quien le da todas las facilidades para retrasar una cita, pues no le preocupa hacer tiempo hasta la hora requerida. Por el lugar en el que estaba, me parecía bastante claro que efectivamente le venía bien hacer tiempo allí ... hacer tiempo y todo lo demás que conviniera. Por el sonsonete de la conversación me pareció bastante claro que el chico era gay, así que en cuanto le vi acercarse  yo, que estaba en las cabinas sin butaca, me saqué la polla que gracias a los manoseos anteriores aún ofrecía una más que apreciable erección pensando en que se pondría al otro lado de uno de los glory-holes. Pero no observó ninguna de esas protocolarias formas, sino que inmediata y directamente se asió de mi reclamo y le faltó tiempo para sugerirme entrar en una cabina, que resultó ser la que había ocupado la pareja de las primeras horas de la mañana, que no tenía glory-hole y sí tenía cama. Una vez dentro, le faltó tiempo para arrodillarse y alimentarse de mi polla, luego me comió los pezones mientras yo le magreaba el culo y todo el cuerpo y nos quitábamos la ropa, acabado lo cual me tendí en la cama para que siguiera con la mamada. Así estuvimos disfrutando el uno del otro lo mejor posible. Aunque pronto me di cuenta de que no hacía garganta profunda, ni le gustaba lamer los huevos (por lo que ya ni se me ocurrió proponerle que me comiera el culo), la mamada con la que me regalaba no estaba nada mal, me la chupó en diversas posiciones mientras yo le metía un dedo en el culo primero, acompañándolo al poco rato por otro, pero su ojete era bastante estrecho y noté que al sacarle los dedos el chico se sintió aliviado.

No obstante, mientras me la mamaba iba repitiendo que tenía ganas de meterse aquella polla y que tenía dudas sobre si le entraría, cosa que yo también pensé por la sensación de estrechez que había notado en los dedos. Me preguntó si tenía preservativo, a lo que le respondí afirmativamente, lo que dio paso a mostrarme una botella de lubricante de mediano tamaño, momento en el que vi claro que follaría, pues era evidente que él venía preparado para cualquier contingencia. Seguimos aún con la mamada por su parte y los magreos de su cuerpo y pecho por la mía. El chico, que creo que estaría cercano o superaría algo los treinta, era algo más bajito que yo y con un cuerpo delgado y muy manejable que me pareció perfecto, así como una polla de tamaño mediano dura y de muy buen aspecto, a la que no le presté mucha atención porque me pareció que su interés estaba centrado en otros aspectos y porque por sus reticencias a chuparme según qué partes del cuerpo, pensé que tampoco se lo merecía si no me lo pedía explícitamente, cosa que no ocurrió. Él me indicaba que no le apretara mucho los pezones por lo que procuré retener mis instintos "sado", mientras él seguía repitiendo que quería metérsela aunque le hiciera daño.

Finalmente, mientras se estaba lubricando, le pregunté cómo le daba más gusto y me respondió literalmente, "como una perra", pero me pidió que no me corriera dentro, por si se rompía el preservativo. Me pareció demasiada precaución pero le aseguré que así lo haría. Me muevo para ponerme de rodillas sobre la cama, saco un preservativo del bolsillo de mi pantalón que estaba tirado en un rincón de la misma y se lo doy para que me lo ponga, a lo que se aplica de inmediato, aunque a los pocos segundos se da cuenta de que me lo está poniendo del revés, por lo que tiene que sacarlo y colocarlo de nuevo, esta vez correctamente. Solamente presenta alguna dificultad la anchura de la base de mi polla, anchura que le incita a exclamar de nuevo que le dolería pero que quería metérsela a cualquier precio. Yo le comento que la anchura de la base no le llegará a entrar o quizá con los últimos empujones, cuando ya esté más dilatado. En realidad no tengo una polla muy gorda, se trata más bien de que su agujero es pequeño, como parte de un cuerpo no muy grande. En todo caso, debí convencerle o más bien creo que tenía muchas ganas de meterse mi polla a toda costa, así que enseguida se puso a cuatro patas ofreciéndome aquel pequeño agujerito en el que empecé a introducir la puntita. Como no es raro que me suceda, un exceso de lubricante junto con la curvatura de mi polla, no son las mejores condiciones para evitar que en los primeros intentos se resbale fuera de su camino, pero finalmente entró, espero que a gusto de todos, pues intenté hacerlo lentamente para que fuera sintiendo la inexorable penetración sin causarle excesivo dolor.

El chico levantaba constantemente el culo, supongo que para sentir más la polla y yo debía recordarle que lo bajara, pues aunque eso forzara mi polla hacia abajo, en cambio facilitaba su mejor introducción pues, en los primeros momentos, la misma se planteaba con bastante estrechez y tenía que ir moviéndome para alinear la polla correctamente de modo que la penetración fuera lo más placentera posible, tanto para él como para mí. Estuvimos así un rato pero en cada movimiento de retroceso, por la presión del esfínter y por el perfil ligeramente cónico de mi polla, ésta tendía a resbalarse hacia afuera y cada nueva introducción, dada su estrechez, requería un pequeño esfuerzo, pues no parecía que dilatara mucho por lo que al poco rato decidimos colocarnos de otro modo para facilitar una mejor continuidad de la follada.

Esta vez me tiendo en la cama, él se pone a horcajadas sobre la polla, con las piernas flexionadas, posición que facilita la apertura del ojete para introducirse de nuevo la polla y esta vez, después de los primeros movimientos, más profundos cada vez, llegamos a introducirla totalmente. El chico parece volverse loco por tener todo aquello dentro e incrementa el ritmo con una gran decisión, a lo que yo intento ayudarle hasta que ya no puede más, por lo que se para de pronto y se la saca con un gesto y un suspiro de alivio. Enseguida se pone de rodillas en la cama delante de mi polla, sin sacarle el preservativo le da unas cuantas chupadas, lo que no deja de sorprenderme en alguien tan cuidadoso momentos antes y luego me la agarra con las dos manos (a pesar de que no hacía falta, porque no la tengo muy larga) y le imprime un ritmo frenético mientras me la aprieta mucho, haciéndome una paja que no tarda en llegar a su final lógico. Aún así, sigue con su movimiento mientras acerca la cara para observar como fluye mi semen en el interior del preservativo y aún después sigue meneándomela un buen rato. Finalmente, no le queda más remedio que soltarme la polla, yo me saco el preservativo, me seco con un papel del dispensador que hay en cada cabina, tiro ambos en la papelera, comentamos que tendremos que ir al lavabo a limpiarnos algo, miro la hora y me doy cuenta de que ha transcurrido mucho rato y debo marcharme, pues ya voy algo tarde sobre mi horario previsto. Nos vestimos y nos despedimos.

Doy la última vuelta por el local, lo que me permite reconocer a través del glory-hole de una de las cabinas adosadas a mi ocasional compañero de hace unos instantes que no ha perdido el tiempo y ya se encuentra sentado a la espera de nuevas aventuras. Constato que la concurrencia ha aumentado apreciablemente, pero ya no puedo alargar más mi visita. Pulso el botón de salida, pero el torniquete no se abre, pulso de nuevo manteniendo la pulsación y sigue sin abrirse, el dependiente se da cuenta y me indica verbalmente y con un gesto muy gráfico que debo hacer una pulsación muy corta. Efectivamente, esta vez el torniquete funciona y salgo de la sala y de la tienda, no sin despedirme del dependiente que ahora parece mucho mas amable que hace unas tres horas e incluso me sonríe.

En comparación con la otra sex-shop comentada en este post, a pesar de que hay un parking cercano muy cómodo y espacioso (Mercado de Sants), algo que cuenta en negativo para Snow Dreams cuyos parkings cercanos son infames (algo en el fondo bastante irrelevante para quien se desplace en transporte público), tiene en su contra el ser un 40% más caro que éste y que no dan preservativo, ni tampoco ticket de caja, cosa que a mis ojos aseguraría en cierto modo que pagan sus impuestos, tema por el que estoy muy sensibilizado.






04/05/2016 - UNA MAÑANA DE PRIMERA EXPERIENCIA EN EL SNOW DREAMS

Había visto alguna vez en internet que esta sex-shop de Barcelona contaba con una sala de proyección de vídeos X claramente enfocada al cruising, pues se anunciaba con un pasillo muy grande de glory-holes, un precio muy barato (gratis para las parejas) y un horario muy amplio. También había visto anunciadas otras salas en el mismo local en las que se ofrecían ocasionalmente shows porno, no tan baratos, pero en los que el público podía participar, o bien orgías o gang-bangs de distintos tipos menos baratos todavía, así como toda una variedad de fiestas, tanto para público hetero como gay, lésbico, CD, trans, etc, además de alquiler de habitaciones o mazmorra por horas, etc. Un abanico muy completo que comento por lo fascinante que me ha resultado descubrir tanta variedad de oferta en un mismo establecimiento.

Por casualidad, el martes pasado caí de nuevo en la página de ese local y vi que se anunciaba la participación de una pareja madura y "liberal" en la sesión de cine del día siguiente, sin aumento del módico precio de 5€. 

Por un designio de la providencia, la mañana siguiente tuve que aplazar la cita que tenía prevista con un sumiso al que iba a enseñar actitud (ya veremos si le concedo una segunda oportunidad), de modo que me encontré con una mañana libre sin el plan inicialmente previsto. Por lo que decidí probar el cine del Snow Dreams.

Antes de dirigirme a ese local, en la misma mañana quise comprobar por internet que la oferta anunciada seguía en los mismos términos, pero la página no funcionaba lo que me indujo la sospecha de que quizá habían quitado el anuncio o lo estaban quitando de la página o, aún peor, el local había cerrado por sorpresa y por eso su página no era accesible. Con la mosca detrás de la oreja llegué al lugar sobre las 10:30 y todo estaba aparentemente en orden, me di una vuelta por el local, que está visto enseguida, y le pagué la entrada a una muy amable y guapa dependienta que me facilitó el tiquet junto a un preservativo y, sin que yo le preguntara, me advirtió que la pareja se retrasaría un poquito, lo que me hizo temer de nuevo que podría ser un reclamo que no se tradujera en realidad.

Entré en el cine y había algunas personas de edades variadas, pero ninguna actividad en ningún lugar, ni en el pasillo de glory-holes por lo que acabé tomando asiento. Ese pasillo, por cierto, tiene algunos agujeros a una altura que solamente los podría usar un gigante mitológico (aunque si fuera así seguramente el agujero resultaría estrecho y el gigante no cabría en altura), pero supongamos que se han hecho por estética o para permitir mirar al otro lado. Me gustó que previsoramente hubiera una fila de sillas arrimadas a los glory-holes para esperar sentado/a la posible aparición de una polla por alguno de aquellos agujeros, pero creo que el único que se sentó fui yo y sin ningún resultado, por lo que al menos en aquella mañana no tuvieron ninguna utilidad.
Vista de la sala, cuya entrada está situada entre la pantalla
y el pasillo de glory-holes, del que se ve la parte exterior.
Las películas proyectadas son de temática heterosexual, al menos lo fueron esa mañana, y la que se estaba proyectando tenía unas inacabables escenas de prolegómenos en las que no ocurría nada que no fuera justificar el sueldo de un guionista para idear una trama que en algún momento acabaría desembocando en las escenas que todos esperamos de esta clase de películas, pero dichas escenas se hacían esperar. Mientras seguía esperando que sucediera algo en la película, entró un chico joven cargado con una mochila, que ocupó también un asiento.
Vista interior del pasillo de glory-holes con una reja en el fondo que limita con el pasillo transversal posterior de la sala.
Me di un nuevo paseo por dentro del pasillo de glory-holes en el que seguía sin haber nadie, pero no tardó en aparecer un hombre de edad avanzada, creo que debía ser el decano de todos los que estábamos allí, que después de un sobo de tanteo se arrodilló a mamármela de inmediato. También se ofreció a que me lo follara, pero no me apetecía y prefería reservarme por si necesitaba la energía para follarme a otro/a durante la mañana. Así estuvimos en la mamada durante un rato hasta que decidí salir, porque oí una voz femenina al fondo de la sala.

Efectivamente, allí se encontraba la mujer que, según había visto en su fotografía de internet, tenía un culo grandioso y unas tetas exageradamente voluminosas, aunque viéndola tendida desnuda sobre un sofá allí ubicado no se apreciaba tanto tal exageración. Estaba hablando con los concurrentes, que en su mayoría ya la rodeaban. Uno le estaba dando de mamar, yo me acerqué a acariciarle el clítoris, a lo que ella respondió con expresiones de placer e instrucciones de hacerlo suavemente, luego le lamí sus grandiosas tetas, bueno al menos los pezones, con los correspondientes magreos, también recibiendo instrucciones de "suave, suave" y acabé dándole de mamar pues al parecer el que estaba en esa posición no le llenaba demasiado la boca pues ella no paraba de hablar, comentar y animar con frases como "me podéis follar cuando queráis" y otras similares. También nos advirtió que su compañero aún tardaría un poco en llegar.

Estuvimos un rato así hasta que se acercó el joven que había visto llegar al principio, le dejé sitio en la boca de la mujer y me desplacé a acariciarle a ésta sus muslos, coño y culo. El joven se fue quitando la ropa hasta quedar completamente desnudo, una visión excelente de un cuerpo delgado y con una piel muy, muy suave, pues el chico se dejaba tocar, cosa que no desaproveché y creo que fui el único pues, por mi experiencia de esa mañana, el público de ese lugar es variado pero mayoritariamente heterosexual, aunque muchos admiten que les pajeen o mamen otros hombres, de hecho deben ir para eso, pero también hay algunos que no lo permiten, como uno de los espectadores de ese día que no se quitó la gorra en ningún momento, quizá para guardar el máximo anonimato, ni permitió que nadie lo tocara si no era la mujer.  

Volviendo al chico joven, fue el que estuvo más tiempo con la mujer, a la que hay que dedicarle un sentido reconocimiento por lo fácil que hizo que los demás nos dedicáramos a ella, una mujer muy sencilla, animada, con facilidad de expresión, muy buen talante y una figura aceptable, que animaba muy bien a sus eventuales partners pero que, como es natural, creo que al ver aquel chico joven, con un cuerpo como los que me gustan a mí y quiero suponer que también a ella, se dedicara preferentemente a complacerle lo mejor posible. Finalmente, el chico se colocó un preservativo y se dispuso a follarla. Mientras lo estaba haciendo, yo le acariciaba su suave espalda, su polla mientras la introducía en aquel jugoso coño, sus huevos y también su culo y su ojete, sin ninguna muestra de rechazo. Le di unos besos en las nalgas porque en aquel ambiente tan hetero no me atreví a comerle el culo, pero tengo la impresión de que también lo hubiera aceptado.

No sé muy bien si se cansó o se corrió, pero al cabo de un rato dejó el puesto que ocupaba, yo ya había dejado el mío porque había aparecido el partner "oficial" de la mujer, Marcel, también desnudo, y se había ubicado en la parte de sofá que quedaba libre a los pies de ella. Como en la página web había visto que ambos eran bisexuales le ofrecí enseguida mi polla que acogió rápidamente en su boca y así pasamos un ratito. En los constantes cambios entre espectadores y participantes, el partner de la mujer también se la folló, fue la única vez en que pude apreciar que tenía la polla tiesa. La mujer también nos animaba a que nos lo folláramos a él o le diéramos de mamar, nos decía que era un poco mariquita y que nos aprovecháramos de él, pero creo que nadie le hizo caso en ese sentido más que yo, aunque solamente para darle de mamar. Reinaba un ambiente tan hetero que no me atreví a follármelo en un sandwich como me hubiera gustado y seguramente también a él.

Los otros espectadores se habían ido turnando con la mujer y uno de ellos también se puso un preservativo y se la folló, yo me fui al pasillo detrás de los glory-hole y allí me encontré a uno de los espectadores en el que ya me había fijado antes por estar apoyado en una barandilla de la sala de tal modo que dejaba ver un tanga negro que sobresalía por encima de los pantalones. Empezamos los magreos y como es natural me centré en su culo, él se bajó enseguida los pantalones, le aparté la tirita del tanga para meterle un dedo, al final se bajó también el tanga, yo también me bajé los pantalones y slip, me la agarró, incluso me la mamó durante un rato, pero no me permitió que le acercara la polla a su culo, sin embargo sí que acogió hasta dos dedos y no estáticos, sino en constante movimiento dilatador, pero por mucho que le insistí en que si entraban dos dedos también entraría la polla y lo pasaría mejor, no quiso. Debo añadir que no tuvo ninguna erección ni deseaba que se la tocara nadie por lo que estando así y viendo que no me convencía seguir con esas maniobras digitales que no conducían a nada más, me hizo notar que al otro lado de una reja que delimita el pasillo de glory-holes con la parte del fondo de la sala estaba Marcel, en cuclillas, agarrado a la reja y ofreciendo su boca, así que me dirigí a él, que volvió a hacerme otra buena mamada, mientras el colega del tanga volvía a poner su ojete a disposición de mis dedos, sabiendo que no le daría la lata con mi polla que estaba siendo suficientemente servida. Así recibí esa mamada mientras trituraba con dos dedos el ojete del tipo del tanga y, cuando me cansé, dejé al mamador y al del tanga y me fui al servicio a lavarme las manos y algo la polla.

De vuelta al fondo de la sala, el chico joven, que se había vestido de cintura para abajo, volvía a estar junto a la mujer desnuda del sofá y al parecer estaban entablando cierta amistad, yo me acerqué y volví a aprovechar para tocarle la polla al chico, por encima del pantalón, para confirmar sus apreciables dimensiones, ya intuidas antes entre la penumbra reinante primero y con el toque de su tronco cuando la tenía metida en el coño de la mujer después. También tenía una longitud apreciable y me apetecía mucho comérsela pero, aunque supongo que no se habría negado, no lo intenté por si acaso, pero me hubiera gustado mucho. También pensé en que, tanto si se había corrido como si no, no me convenía ponérmela en la boca con el riesgo de que pasaran a la misma fluidos de la mujer y de él mismo.

Volví tras los glory-holes y volvieron a buscarme el anciano mamador y el del tanga. Esta vez el del tanga me magreaba, morreaba con una lengua enorme y me besaba el pecho mientras el anciano me la volvía a mamar, con tan buena fortuna que al poco rato le avisé de que iba a correrme para que actuara en consecuencia, que en este caso fue el recoger con la boca todo lo que le dí. Siguió aún durante unos segundos para dejármela bien limpia, luego lo escupió todo y alabó la cantidad de leche que había recibido, supongo que simplemente para halagarme.

Cuando volví al sofá del fondo, el chico ya se había desnudado de nuevo y, de nuevo también, acabó follándose por segunda vez a la mujer. Esta vez, además de acariciarle de nuevo la espalda, culo, huevos y polla (¡qué piel más suave, tanto o más que la de la mujer!), le toqué también el ojete, le introduje la puntita de un dedo y en ningún momento dio ninguna muestra de rechazo. ¡Qué chico tan sensacional! 

Aquella amable y simpática mujer no hacía más que alabar lo bien que lo hacía el chico, que resultó llamarse Cristian, lo guapo que era, etc., en lo que tenía mucha razón y yo la apoyaba también con mis comentarios sobre lo hermoso de su cuerpo, etc. Creo que ella, Cristian, Marcel y yo fuimos casi los únicos que hablamos en toda la sesión, salvo alguna frase suelta de compromiso de alguno de los participantes, pues ni siquiera las dos veces que en el transcurso de la mañana la mujer preguntó la hora, nadie más que yo fue capaz de contestarle. ¡Qué hatajo de muermos se había juntado allí aquella mañana, aunque alguno follara o diera de mamar!

Cuando la mujer ya había dicho que en breve tendría que marcharse, el hetero de la gorra, que se había quitado los pantalones hacía rato, le propuso a la mujer follarla, a lo que como era natural no se opuso, así que también se la folló aunque no sé con qué resultado.

No tardaron mucho en marcharse la mujer y su compañero, alrededor de las doce y media, pero ocuparon el minúsculo servicio durante un buen rato, supongo que lavándose, por lo que yo que, después de tantos trajines con mi polla, tenía ganas de orinar tuve que esperarme bastante mientras se les oía charlar y comentar sus cosas. La temperatura ambiente parecía que había bajado pues todo el mundo estaba vestido, tranquilo y sentado viendo aparentemente la película. O quizá fue porque habían apagado el aire acondicionado caliente (del que había un aparato encima del sofá) que hipotéticamente quizá habían puesto en marcha para que la pareja no tuviera frio desnuda.

Para hacer tiempo hasta que la pareja abandonara el servicio, me senté a la derecha de un espectador que se estaba masturbando, con la desinteresada intención de ayudarle, a lo que él me correspondió, pero al estar sentados uno al lado de otro, la obligada yuxtaposición de mi brazo izquierdo sobre el suyo derecho no acababa de funcionar, intenté cambiar la posición del brazo por debajo del suyo pero tampoco funcionaba, así que opté por dejar de simular que estábamos viendo la película y me giré en la silla hacia él para agarrársela con la mano derecha. Así iba algo mejor pero su polla era tan minúscula que ni siquiera me llenaba la mano en altura por lo que se me hacía muy difícil la masturbación del modo habitual y acabé cogiéndosela entre el pulgar por un lado y los dedos índice y medio por el otro. Como tampoco se le ponía dura, se la mamé un rato hasta que estuvo medianamente bien y acabó él aquella penosa faena, con un orgasmo que no aprecié que produjera nada.

Finalmente me dejaron libre el servicio, satisfice mi perentoria necesidad, me lavé de nuevo y volví a la sala pues aún podía disponer de unos minutos. En el fondo de la sala encontré de nuevo al anciano mamador que se me volvió a amorrar y esta vez, ya fuera por su arte o por mi mejor disposición por estar ya aliviado, rápidamente sentí una sensación inconfundible pero tan a destiempo que coincidió con un momento de descanso del buen hombre que vio como se desaprovechaba un buen chorro que salía disparado de mi polla. Afortunadamente, no me manché la ropa como muchas veces me ha ocurrido por andar vestido por lugares públicos de cruising y, además, estábamos junto a un dispensador de papel que me vino de perlas. Me senté a descansar en una silla del fondo, frente a otra persona que parecía que quería masturbarse pero no se decidía a sacársela. Le miré insistentemente desviando cada vez la mirada a su imperceptible paquete para animarle a enseñármela, cosa que finalmente hizo. Me senté a su lado y enseguida me facilitó que se la cogiera, aunque también era pequeña, pero no tanto como la de la persona anterior. No tardé en ponérmela en la boca. Al menos en esta ocasión aunque pequeña estaba dura y también le hice una mamada hasta que se corrió, tras lo cual me lavé manos y boca rápidamente y me marché.

En el pasillo de salida me crucé con una chica de bandera que supongo sería alguna de las que iban a actuar en alguno de los porno-show previstos, una auténtica belleza.

En resumen, me la mamaron varias veces, con dos corridas por mi parte. No follé con la mujer por no haber encontrado el momento oportuno que coincidiera con una buena erección por mi parte, ni con Marcel por timidez ante aquel ambiente tan hetero, ni con el otro hombre del tanga por su negativa, ni con el anciano porque no me apetecía. Un día algo extraño aunque fructífero en parte. Si vuelvo a ver anunciada esa pareja en otro día que yo pueda acudir, seguramente lo haré y me comportaré más abiertamente, a pesar de que la mayoría sean heteros (o demasiado tímidos).

No estaría de más que algunos de nosotros a los que les sea posible frecuentar más este cine de lo que me es posible a mí, lo hagan (¡el precio es tan módico!) a ver si conseguimos entre todos que el ambiente sea más versátil de lo que lo es ahora, aparentemente.

8 comentarios:

  1. ¿
    No habia dejado yo un comentario? ¿Se ha borrado?

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    1. Pues sí, al reestructurar la página cambió de URL y eso hizo que se perdieran los comentarios asociados a la anterior. Ya está re-publicado. Gracias por la observación.

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  2. Muy buena descripción del local, mejor que la que le dediqué yo en su dia.
    Mis experiencas (pocas) en este local han sido todas muy a medio gas. No he acabado de llegar a disfrutarlas del todo bien.

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    1. Muchas gracias, es lo que tiene pasarse las horas muertas aburrido, que te sobra tiempo para fijarte en más cosas, a no ser que te dediques a meditar como algunos 😉.
      Supongo que, a pesar de los pesares, las experiencias en saunas siempre serán mejores que en otros sitios, por regla general.

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  3. Comentario de "perro" el 07/05/2016.
    Pues ya te fue muchisimo mejor que la única vez que fuí, ahora hace poco más de cinco años. http://en-la-penumbra.blogspot.com.es/2011/03/suenos-de-nieve.html

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    1. Ya no recordaba haber leído aquella reseña tuya, pero una vez releída no parece que el local en sí ni su público hayan cambiado mucho desde cinco años atrás. Efectivamente, no puedo negar que me fue mejor, aunque lo atribuyo a que el reclamo de la pareja hizo que parte (minima) de la concurrencia fuera algo más lanzada que la mayoría compuesta de muermos pseudo-heteros, por lo que al menos pude aprovechar la presencia de esa minoría. Repitiendo lo que digo al final, como ahora no vayamos asiduamente una serie de gente que levantemos el nivel de morbo, me temo que la tónica habitual seguirá siendo muy parecida a la que describías hace cinco años.

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  4. Comentario de Pere Barcino el 07/05/2016.
    Mmmmmmm ....¡qué historia!! Manuel JJ Apellidos como le digo a Perro cuando leo s. blog me entran unas ganas locas de visitar los lugares que describiis. Me encanta la manera que escribiis. Ya tienes un seguidor Manuel

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